Los Científicos en la actualidad tiene un interés muy especial por conocer la edad del universo,durante siglos, académicos, sacerdotes y teólogos han intentado estimar la edad del universo utilizando el único método que tenían a su disposición como la genealogía de la humanidad desde Adán y Eva descrito en la génesis de la Biblia. Pero en el último siglo, los geólogos y astrofísicos han utilizado la radiación residual depositada en las rocas para conseguir la mejor estimación de la edad de la Tierra, el satélite WMAP ha medido hoy el eco del propio big bang para proporcionarnos la edad más fidedigna del universo. Los datos del WMAP revelan que el universo tuvo su inicio en una explosión cósmica que se produjo hace 13.820 millones de años.
El WMAP ha añadido un nuevo y extraño giro al debate sobre la composición del universo, una cuestión que ya se plantearon los griegos hace dos mil años. Durante el siglo pasado, los científicos creían conocer la respuesta a esta pregunta. Después de miles de experimentos, habían llegado a la conclusión de que el universo estaba hecho básicamente de cien tipos diferentes de átomos, dispuestos en un gráfico periódico ordenado que empezaba por el hidrógeno elemental, forma la base de la química moderna y es, en realidad, lo que se enseña en la clase de ciencia de todos los instituciones educativas. El WMAP ha destruido esta creencia.
Pero quizá la mayor sorpresa de los datos del WMAP, los cuales hicieron tambalearse a la comunidad científica, fue que el 73% del universo, la mayor parte con diferencia, está constituido por una forma totalmente desconocida de energía llamada «energía oscura» que es la energía invisible oculta en el vacío del espacio.
Concebida por el propio Einstein en 1917 y descartada más adelante por él mismo(la calificó como su «mayor disparate»), la energía oscura, o la energía de la nada o del espacio vacío, está resurgiendo como la fuerza motora de todo el universo.Ahora se cree que la energía oscura crea un nuevo campo de antigravedad que separa a las galaxias. El destino final del universo estará determinado por la energía oscura.
En la actualidad nadie sabe de dónde procede esta «energía de la nada». Sabemos cuáles son sus efectos pero no tenemos clave alguna nadie la tiene admite Craig Hagan, astrónomo de la Universidad de Washington, en Seattle.
Si tomamos la última teoría de las partículas subatómicas e intentamos calcular el valor de esta energía oscura, encontramos una discrepancia de una magnitud de 10 a la potencia de 120 (es decir, un 1 seguido de 120 ceros). Esta discrepancia entre teoría y experimento es, sin lugar a dudas, el mayor abismo jamás encontrado en la historia de la ciencia. Es una de las cosas que más nos avergüenza: nuestra mejor teoría no puede calcular el valor de la mayor fuente de energía de todo el universo. Desde luego, hay un estante lleno de premios Nobel a la espera de que algún individuo emprendedor qur pueda resolver el misterio de la materia oscura y de la energía oscura.
Confirmando experimentos previos, demostró que la materia visible de nuestro alrededor (incluyendo las montañas, los planetas, las estrellas y las galaxias) constituye un mísero 4% del contenido de materia y energía del universo. (De este 4%, la mayor parte se encuentra en forma de hidrógeno y helio, y probablemente sólo el 0,03% adopta la forma de elementos pesados). La mayor parte del universo está constituida, en realidad, por un material misterioso e invisible, de origen totalmente desconocido. Los elementos familiares que forman nuestro mundo constituyen sólo el 0,03% del universo. En cierto sentido, ahora que los físicos se enfrentan al hecho de que el universo está dominado por formas totalmente nuevas y desconocidas de materia y energía, la ciencia está retrocediendo varios siglos para situarse antes de la aparición de la hipótesis atómica.
Según el WMAP, el 23% del universo está constituido por una sustancia extraña e indeterminada llamada «materia oscura», que tiene peso, rodea las galaxias con un halo gigantesco, pero es totalmente invisible. La materia oscura es tan dominante y abundante que, en nuestra galaxia de la Vía Láctea, supera a todas las estrellas por un factor de 10. Aunque es invisible, esta extraña materia oscura puede ser observada indirectamente por los científicos porque refracta la luz de las estrellas, como el vidrio, y de ese modo puede ser localizada por la cantidad de distorsión óptica que genera.
Concebida por el propio Einstein en 1917 y descartada más adelante por él mismo(la calificó como su «mayor disparate»), la energía oscura, o la energía de la nada o del espacio vacío, está resurgiendo como la fuerza motora de todo el universo.Ahora se cree que la energía oscura crea un nuevo campo de antigravedad que separa a las galaxias. El destino final del universo estará determinado por la energía oscura.
En la actualidad nadie sabe de dónde procede esta «energía de la nada». Sabemos cuáles son sus efectos pero no tenemos clave alguna nadie la tiene admite Craig Hagan, astrónomo de la Universidad de Washington, en Seattle.
Si tomamos la última teoría de las partículas subatómicas e intentamos calcular el valor de esta energía oscura, encontramos una discrepancia de una magnitud de 10 a la potencia de 120 (es decir, un 1 seguido de 120 ceros). Esta discrepancia entre teoría y experimento es, sin lugar a dudas, el mayor abismo jamás encontrado en la historia de la ciencia. Es una de las cosas que más nos avergüenza: nuestra mejor teoría no puede calcular el valor de la mayor fuente de energía de todo el universo. Desde luego, hay un estante lleno de premios Nobel a la espera de que algún individuo emprendedor qur pueda resolver el misterio de la materia oscura y de la energía oscura.
0 comentarios:
Publicar un comentario